Lutefisk.
El lutefisk se hace a base de bacalao, preparado con sosa. Durante cinco o seis días es sumergido el pescado en agua fría. Después se sumerge en una solución de agua fría y sosa durante dos días más. El pescado aumenta de tamaño durante esta inmersión, superando incluso al del pescado original, pero el contenido proteico baja en más del 50%, causando su famosa consistencia gelatinosa. Cuando termina este tratamiento, el pescado que esta saturado con sosa ha adquirido un pH de 11-12 y por tanto es altamente corrosivo. Para hacerlo comestible se necesita un último tratamiento de otros cuatro a seis días de inmersión en agua fría que se cambia a diario. Entonces, el lutefisk está preparado para cocinarlo. Tras la preparación, se satura de agua el lutefisk y por tanto debe cocinarse con cuidado para que no se destroce. No necesita más agua para la cocción; basta ponerlo en una sartén, salarlo, sellar bien la sartén y dejarlo cocinar al vapor a fuego muy lento durante 20-25 minutos. Al cocinar y comer lutefisk, es importante limpiar sus restos de la sartén, platos y los utensilios inmediatamente. Si se deja endurecer es casi imposible de eliminar y suficiente para disolver la cubertería de plata.

No hay comentarios:
Publicar un comentario